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miércoles, 20 de enero de 2010

ARRUGAS EN EL CORAZÓN

Hola a todos!!!
He tomado de un pps que llegó a mis manos, este texto que me pareció bueno para compartir.
¿Ustedes... suelen tener arranques de ira?
¿Si los tienen... saben reconocerlos?
¿Si los reconocen... saben pedir perdón?
Yo he estado pensando en esto y me reconozco una persona bastante pacífica.
Sí he saltado pero, solamente, cuando me siento atacada, como mecanismo de defensa.
No soy de herir a las personas pero sí lo he sufrido en carne propia.
Me he propuesto ser feliz y no permitir que me vuelva a suceder.
Léanlo y después me cuentan.
Baci, STEKI.


"Mi carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día un psicólogo, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso. Y entonces me dijo:
-Estrújalo.
Asombrado, obedecí e hice una bola con el papel.
Luego me dijo:
-Ahora déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no pude dejarlo como estaba.
Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces el psicólogo dijo:
-“El corazón de las personas es como ese papel.
La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel”.
Aunque intentemos enmendar el error, ya estará “marcado”.

Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.

Desde hoy, sé más compresivo y más paciente.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda EL PAPEL ARRUGADO.
Es un consejo que te doy".




Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar.
Y me viste y te vi
entre la gente que
iba y venía con
prisa en la tarde que
anunciaba chaparrón.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Yo estaba donde
no tenía que estar
y pasaste tú,
como sin querer pasar.
Pero prendió el azar
semáforos carmín,
detuvo el autobús
y el aguacero hasta
que me miraste tú.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué,
ni me viniste a buscar.
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