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domingo, 7 de noviembre de 2010

PALABRAS

Hola a todos!!!
Días pasados venía caminando y no sé por qué me puse a pensar en ese tan controvertido asunto de las palabras que se dicen y las que se dejan de decir. Ya he subido otro post anteriormente con respecto a las fallas en lo que uno quiere comunicar y que el otro entiende otra cosa.

Pero lo que quiero decir hoy es distinto. A ver si me puedo explicar. Les pongo un ejemplo de mis padres: ellos se amaban tremendamente. Mi madre me contaba que mi padre no era muy expresivo entonces ella le preguntaba:

- Juan, me querés?
- Claro que te quiero!
- Entonces... por qué no me lo decís?
- Porque no necesito decírtelo. Es obvio que te quiero!

Mi pregunta es: ¿cuándo las palabras son obvias y cuándo necesarias? Yo también pienso que muchas veces las palabras sobran y los gestos las reemplazan: un abrazo, un apretón de mano, una mirada intensa. Pero, muchas otras veces necesitamos escuchar esas palabras y no remitirnos solamente a suposiciones porque eso tampoco es bueno. Yo soy de decir mucho "te quiero". Si bien en este momento no tengo pareja, se lo digo a mis hijos, a mis seres queridos, a alguna amiga o amigo. Pero yo soy muy expresiva y no todos lo son. Entonces hay que encontrar el equilibrio.

En el caso de una pareja -en mí por lo menos- es muy necesario que se sepan expresar porque sé que, a la larga, me va a terminar molestando. Muchas veces las palabras son necesarias. Es lindo escuchar que a uno le digan cosas como: "¿te dije hoy cuánto te quiero?, ¡no sabés cómo me gusta estar con vos!, ¡me siento tan feliz de tenerte!" etc. Son quizás, palabras obvias pero muchas veces, necesarias de escuchar. Hay "tequieros" que son necesarios.

En esta vida virtual existen muchas personas que lo que no saben expresar de forma personal lo hacen por escrito. Se liberan y pueden decir por escrito lo que no les sale en el 'cara a cara'. Pero, cuando uno deja la virtualidad y se hace real pretende que las palabras escritas salgan de una boca y no se queden en un papel o en una pantalla. Entonces es cuando se va conociendo la realidad de cada uno. No quiero decir que esté mal o bien ser de tal o cual manera sino que yo busco lo que me hace bien a mí y lo que yo pueda darle de mí al otro. Y si no, sigo mi camino. Ya he atravesado por esa situación en la que no concuerda lo que se dice por escrito con la realidad.

En esta vida de intentos de volver a amar y de volver a sentirme amada, uno ya sabe lo que no quiere. Por eso, yo sí sé que necesito escuchar esas palabras que -a veces- se dan por supuestas. Como ya estoy un poco descreída del "amor para toda la vida" más bien apunto al "amor mientras dure" y vivirlo con total intensidad, sacando el "freno de mano" que siempre llevo puesto como mecanismo de autdefensa. Si dura toda la vida tanto mejor. Y si no, es mejor retirarse a tiempo antes de que una relación se desgaste y lastime.

Es por eso que yo apuesto a decir lo que uno siente. No con promesas vanas pero sí sacar los sentimientos para afuera porque... de qué sirve guardarlos? Hay que atreverse. Todos los que hemos tenido malas experiencias de amor andamos temerosos de volver a equivocarnos. Pero ese temor también puede llevarnos a la frustración y después lamentarnos de no haber hecho/dicho lo que sentimos. Yo puedo expresarle de mil maneras a alguien mis sentimientos pero si además se lo digo en palabras, tanto mejor.


Espero me hayan entendido!
A ustedes les pasa?






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