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jueves, 27 de mayo de 2010

EL TEATRO COLÓN

Hola a todos!!!
Quería compartir con ustedes esta magnífica reapertura de nuestro Teatro Colón.
Espero les guste y lo disfruten!
Un beso para todos,



1. Antecedentes de la actividad musical en Buenos Aires.
El Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires es considerado uno de los mejores teatros del mundo. Reconocido por su acústica y por el valor artístico de su construcción, cumplió 100 años en 2008.
El actual edificio está emplazado entre Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, y fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera Aida de Giuseppe Verdi. Este edificio reemplaza al antiguo Teatro Colón, erigido en la manzana que ocupa hoy el Banco Nación, frente a la plaza de Mayo, y que funcionó entre 1857 y 1888.
La construcción del nuevo edificio llevó alrededor de 20 años, siendo colocada su piedra fundamental el 25 de mayo de 1890, con la intención de inaugurarlo antes del 12 de octubre de 1892 en coincidencia con el cuarto centenario del descubrimiento de América. El proyecto inicial fue del arquitecto Francesco Tamburini quien, a su muerte en 1891, fue continuado y modificado por su socio, el arquitecto Víctor Meano, autor del palacio del Congreso Argentino. Las obras avanzaron hasta 1894, pero se estancaron luego por cuestiones financieras. En 1904, Meano fue asesinado en su casa y el gobierno encargó al belga Jules Dormal que termine la obra. Dormal introdujo algunas modificaciones estructurales y dejó definitivamente impreso su sello en el estilo francés de la decoración.
A fines de 1907 se firmó el primer contrato de arrendamiento del Teatro Colón, aunque los trabajos de terminación del edificio estaban atrasados en relación con la fecha fijada para la inauguración de la sala, el 25 de mayo de 1908. De todas maneras, en esa fecha se llegó a realizar la primera función en la sala principal del Teatro Colón a cargo de la Gran Compañía Lírica Italiana con la ópera Aida de Giuseppe Verdi, aunque con algunas dependencias del edificio inconclusas como el Salón Dorado y las marquesinas de hierro sobre las calles Libertad y Cerrito.

2. Dimensiones físicas, características, ampliaciones y reformas del edificio.
El edificio, en un estilo ecléctico propio de principios del siglo XX, abarca 8.202 metros cuadrados, de los cuales 5.006 corresponden al edificio central y 3.196 a dependencias bajo nivel del pasaje Arturo Toscanini (aledaño al edificio del teatro, paralelo a la calle Viamonte). La superficie total cubierta del edificio antiguo es de 37.884 metros cuadrados. Las ampliaciones realizadas posteriormente, sobre todo las de finales de la década de 1960 (arquitecto Mario Roberto Álvarez), sumaron 12.000 metros cuadrados, llevando la superficie total del Teato Colón a 58.000 metros cuadrados.
La sala principal, en forma de herradura, cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés. La planta está bordeada de palcos hasta el tercer piso. La herradura tiene 29,25 metros de diámetro menor, 32,65 metros de diámetro mayor y 28 metros de altura. Tiene una capacidad total de 2.478 localidades, pero también pueden presenciar los espectáculos alrededor de 500 personas de pie. La cúpula, de 318 metros cuadrados, poseía pinturas de Marcel Jambon, que se deterioraron en los años treinta. En la década de 1970 se decidió pintar nuevamente la cúpula y el trabajo le fue encargado al pintor argentino Raúl Soldi.
El escenario posee una inclinación de tres centímetros por metro y tiene 35,25 metros de ancho por 34,50 de profundidad, y 48 metros de altura. Posee un disco giratorio de 20,30 metros de diámetro que puede accionarse eléctricamente para girar en cualquier sentido y cambiar rápidamente las escenas. En 1988, se realizaron trabajos de modernización de la maquinaria escénica en el sector de las parrillas, con el fin de facilitar el manejo de los decorados y agilizar los cambios de escena.
El foso de la orquesta posee una capacidad para 120 músicos. Está tratado con cámara de resonancia y curvas especiales de reflexión del sonido. Estas condiciones, las proporciones arquitectónicas de la sala y la calidad de los materiales contribuyen a que el Teatro Colón tenga una acústica excepcional, reconocida mundialmente como una de las más perfectas.
El gran hall de entrada, con su magnífico mármol Rosso Verona, sus notables estucos, los vitrales de la cúpula y la escalinata de mármol blanco de Carrara y barandas de mármol de Portugal conducen al foyer de plateas, al Salón de los Bustos, al Salón Dorado y al Salón Blanco en el primer piso. Desde los laterales de la escalera principal se accede al Pasaje de Carruajes, pequeña calle interior que comunica Toscanini con Tucumán, y por la que antiguamente se ingresaba al foyer principal. Desde 1997, la Boletería se ubicó en instalaciones que dan a este pasaje.
El Teatro Colón realiza las producciones de sus espectáculos en talleres propios que están ubicados en los subsuelos. En 1938 se ampliaron los subsuelos bajo la plaza lateral sobre Arturo Toscanini y se ejecutó un túnel que conectaba los talleres de producción. Ese año fueron habilitados los talleres de Maquinaria, Escenografía, Utilería, Sastrería, Zapatería, Tapicería, Mecánica escénica, Escultura, Fotografía, Maquillaje y Peluquería. En 1963 se crea el taller de decoración de utilería y pintado de trajes. Desde 1968 a 1972, según el proyecto del arquitecto Mario Roberto Álvarez, se encaró una segunda ampliación, avanzando debajo de la plaza y la calle Cerrito. En este lugar se sitúan los sectores de producción teatral, talleres escenográficos, salas de ensayos, oficinas administrativas y un comedor para el personal. Se incorporaron luego la sección técnica de Diseño de Producción y los talleres de Luminotecnia, Efectos especiales electromecánicos, y Audio y Video.
En 2000 el Poder Ejecutivo de la Ciudad, a través de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, convoca a la Dirección General de Infraestructura para elaborar un “Plan Maestro” para la puesta en valor del edificio y actualización tecnológica de la caja escénica.

3. Grandes artistas que pasaron por el Teatro.
Desde su inauguración en 1908 hasta la fecha, la cantidad de grandes artistas que actuaron en el Teatro Colón es inmensa. Su paso por este escenario forjó su gran tradición musical y un prestigio reconocido en todo el mundo.
Actuaron compositores como Richard Strauss, Arthur Honegger, Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Camille Saint-Saëns, Manuel de Falla, Aaron Copland, Krzysztof Penderecki, Gian-Carlo Menotti, Héctor Panizza, Juan José Castro, Gerardo Gandini y Mauricio Kagel. Diferentes generaciones de directores de orquesta se presentaron en nuestra sala como Arturo Toscanini, Erich Kleiber, Fritz Busch, Ernest Ansermet, Wilhelm Furtwängler, Herbert von Karajan, Tulio Serafin, Leonard Bernstein, Mstislav Rostropovich, Karl Böhm, Fernando Previtali, Lorin Maazel, Bernard Haitink, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Kurt Masur, Michel Corboz, Riccardo Chailly, Sir Simon Rattle, Claudio Abbado, René Jacobs y los argentinos Daniel Barenboim, Gabriel Garrido y Miguel Ángel Veltri, entre otros.
Entre los cantantes, la extensa lista incluye, entre miles, los tenores Enrico Caruso, Beniamino Gigli, Lauritz Melchior, Mario del Monaco, Richard Tucker, Wolfgang Windgassen, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, José Carreras y Luciano Pavarotti; las sopranos Claudia Muzio, Lily Pons, Maria Callas, Renata Tebaldi, Kirsten Flagstad, Victoria de los Ángeles, Joan Sutherland, Birgit Nilsson, Montserrat Caballé, Eva Marton, Kiri Te Kanawa, Katia Ricciarelli, Mirella Freni, June Anderson y Renée Fleming; las mezzosopranos Fedora Barbieri, Marilyn Horne, Teresa Berganza, Christa Ludwig, Régine Crespin, Frederica von Stade, Waltraud Meier y Cecilia Bartoli; los barítonos Titta Ruffo, Leonard Warren, Hans Hotter, Cornell MacNeil, Hermann Prey, Sherrill Milnes, José van Dam, Dmitri Hvorostovsky; y los bajos Fedor Chaliapin, Borís Christoff, Ferruccio Furlanetto y Samuel Ramey.
También cantaron en el Colón artistas argentinos que han desarrollado una importante carrera internacional como Delia Rigal, Luis Lima, Raúl Giménez, Ana María González, Renato Cesari, Ricardo Cassinelli, Gian-Piero Mastromei, Ángel Mattiello, Carlo Cossutta, Carlos Guichandut, Cecilia Díaz, Paula Almerares, Marcelo Álvarez, José Cura, Darío Volonté y Virginia Tola.
Entre las primeras figuras de la danza que bailaron en el Teatro Colón se destacan Anna Pavlova, Vaslav Nijinsky, Rudolf Nureyev, Alicia Alonso, Maia Plissetskaya, Margot Fonteyn, Mijail Barishnikov, Vladimir Vassiliev, Antonio Gades y los argentinos María Ruanova, Olga Ferri, Michel Borovsky, José Neglia, Norma Fontenla, Wasil Tupin, Esmeralda Agloglia, Jorge Donn, Julio Bocca, Maximiliano Guerra y Paloma Herrera.
En las temporadas líricas, trabajaron prestigiosos régisseurs como Ernst Poettgen, Margarita Wallmann, Otto Erhart, Cecilio Madanes, Roberto Oswald, Jorge Lavelli, Gilbert Defló, Nicolas Joel, Pier Luigi Pizzi y Hugo de Ana, junto a destacados escenógrafos y figurinistas como Nicolas Benois, Paul Walter, Aníbal Lapiz, José Luciano Varona, Raúl Soldi, Guillermo Roux, Ezio Frigerio, Franca Squarciapino y Graciela Galán.
También las principales orquestas del mundo actuaron en el Teatro Colón, como por ejemplo la Filarmónica de Viena, la Sinfónica de Filadelfia, la Sinfónica de Nueva York, la Filarmónica de Berlín y la Philarmonia de Londres. Destacados solistas instrumentales se lucieron en su escenario, como Martha Argerich, Alfred Brendel, Paco De Lucía, Antonio De Raco, Nelson Freire, Bruno Gelber, Friedrich Gulda, Gidon Kremer, Alberto Lysy, David Oistrakh, Manuel Rego, Narciso Yepes, Itzhak Perlman, Midori, Yo-Yo Ma, Pinchas Zukerman, Mstislav Rostropovich, Ralph Votapek y Misha Maiski, entre tantos otros.

4. Hitos en la historia del Teatro.
Desde 1908 hasta 1925, el Teatro Colón fue organizado con el sistema de empresas concesionarias ligadas con la Municipalidad de Buenos Aires por contratos, que determinaban sus obligaciones artísticas y financieras, y bajo el control de comisiones especiales en las que se trataba de dar representación a los abonados. Este sistema no funcionó, ya que el público exigía un repertorio que abarcara más que el italiano, el predominante de las compañías concesionarias.
En 1925 la Municipalidad de Buenos Aires crea los cuerpos estables del Teatro Colón –la Orquesta, el Coro, el Ballet y el cuerpo técnico– y durante cinco años se sucedieron temporadas de explotación mixta (concesionarios-Municipalidad).
En 1931 los ediles porteños decidieron municipalizar de manera definitiva al Teatro Colón, en forma de servicio público, con patrimonio propio.
En 1937 se crea la Escuela de Ópera del Teatro Colón, que en 1960 pasará a llamarse Instituto Superior de Arte del Teatro Colón a instancias de los maestros Alberto Ginastera, Enrique Sivieri y Michel Borovsky. Instrumento fundamental de la tarea docente del Teatro, el Instituto funcionaba en diferentes pisos del edificio, dictándose las carreras de Danza clásica, Canto lírico, Régie, Dirección musical de ópera y Caracterización teatral.
En 1961 se incorpora a las actividades permanentes del Teatro Colón a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, creada en 1946 y que desde 1950 ofrece ciclos de concierto de abono en esta sala y participa en los espectáculos del Ballet Estable del Teatro Colón.
En 1969 la Municipalidad de Buenos Aires crea la Ópera de Cámara del Teatro Colón, conformado su elenco con algunos de los más notables cantantes de la casa.
En 1989 se declara al Teatro Colón “Monumento Histórico Nacional”.
En 1990 se crea el Centro de Experimentación del Teatro Colón, con el fin de promover las actividades artísticas de vanguardia.
En 2008 la Legislatura porteña sanciona la Ley de Autarquía del Teatro Colón.

5. La Ley de Autarquía del Teatro Colón y reformas institucionales recientes.
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó el 11 de septiembre de 2008 la Ley de Autarquía del Teatro Colón, que crea el Ente Autárquico Teatro Colón en el ámbito del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con personería jurídica propia, autonomía funcional y autarquía financiera. Su misión es la de “crear, formar, representar, promover y divulgar el arte lírico, coreográfico, musical -sinfónico y de cámara- y experimental, en su expresión de excelencia de acuerdo a su tradición histórica, en el marco de las políticas culturales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
La ley viene a resolver, además, viejos y conocidos problemas en la gestión del Teatro. En efecto, esta nueva norma crea las condiciones para una administración más moderna, al permitirle ahora al Teatro Colón un manejo más eficiente, independiente y transparente de sus recursos.
La Ley establece que quien ejercerá la Dirección del Ente será un Directorio de cinco integrantes: un Director General con amplias funciones y responsabilidades, un Director Ejecutivo y tres Directores Vocales, uno de los cuales deberá ser elegido por los trabajadores. Son designados y removidos por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sus funciones cesan de forma inmediata cuando, por cualquier causa, cesen las funciones del Jefe de Gobierno que los designó.
El Ente Autárquico del Teatro Colón, según lo establece la Ley, contará con una Unidad de Control de Gestión, cuyo Director será designado por el Jefe de Gobierno. Sus funciones serán, entre otras, la de fiscalizar la administración del Ente, examinar su contabilidad y documentación cuando crea conveniente, dictaminar sobre la memoria y balance anual, y controlar el plan de gestión de la política pública cultural que desarrolla el Ente.
En febrero de 2009 el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri, designa Director General y Artístico del Teatro Colón el Maestro Pedro Pablo García Caffi, de reconocida trayectoria en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, en la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y en la Cameratta Bariloche.
Inmediatamente después, García Caffi designa a los directores de las áreas artísticas y escenotécnicas del Teatro y aprueba una amplia reforma de su estructura orgánica, llevando la dotación de empleados de 1300 a 808 y adecuando los nuevos cargos y funciones a un modelo de teatro de producción más moderno y actual.

6. Las obras de recuperación edilicia del Teatro.
Hace tres años que el Teatro Colón permanece cerrado debido al plan de obras que se está llevando a cabo. En un comienzo, se aprobó un llamado Master Plan que consistía en una estrategia de restauración de algunas áreas del Teatro y cuya culminación estaba prevista para el año 2012. En 2008, el recientemente asumido Jefe de Gobierno de la ciudad, Ing. Mauricio Macri, toma la decisión de otorgarle prioridad a las obras del Colón y manda a reformular el viejo plan. El nuevo plan establece las obras de recuperación de la totalidad del edificio y sus ampliaciones, es decir, de los 58.000 metros cuadrados y la reapertura del Teatro en mayo de 2010, en ocasión de los festejos del bicentenario de la República Argentina.
Para el logro de este objetivo, el gobierno crea la Unidad de Proyectos Especiales (UPE-Teatro Colón), responsable de concentrar todos los esfuerzos de las obras en marcha y solicita a la Legislatura un presupuesto récord. Las previsiones de inversión de la obra rondan los 100 millones de dólares (valores a enero de 2009).
En la actualidad trabajan en las obras de recuperación del Teatro Colón más de 500 operarios y expertos. Todas las áreas principales del Teatro fueron terminadas antes de su reapertura el martes 25 mayo de 2010, mientras que las llamadas “obras complementarias”, es decir, la construcción moderna (Bloque C) aledaña al edificio histórico, serán entregadas en 2011.





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