Me siguen...

domingo, 15 de mayo de 2011

RELIGIÓN Y ESPIRITUALIDAD

Para lidiar con los grandes enigmas de la vida, el ser humano creó las religiones. En ellas pretende encontrar la luz que necesita para develar el misterio que envuelve su origen y su destino, para interpretar el sentido y el propósito de la existencia, para descubrir las causas del dolor que lo aqueja; y, en fin, para encontrar un poco de alivio a sus incontables males.

Sin embargo, estas religiones que la humanidad se ha dado, acabaron por institucionalizarse. Y al hacerlo, se convirtieron en organismos trasnacionales que, por momentos, aparecen ante nuestros ojos como grandes estructuras de poder y, los objetivos originales que propiciaron su aparición y que estaban revestidos de profunda espiritualidad, han quedado sepultados por esa avalancha de intereses que ahora ahoga a los cultos religiosos.

Precisamente, esa ausencia de espiritualidad que se manifiesta en las grandes religiones del mundo, es la que nos mueve a pensar que religión y espiritualidad no son lo mismo. Religiones hay muchas; espiritualidad, sólo una.

La religión se apega a rituales;
la espiritualidad, los trasciende.
La religión adormece;
la espiritualidad, despierta.
La religión es para los que necesitan
que alguien les diga qué es lo que tienen que hacer;
la espiritualidad es para los que sólo prestan oído a su voz interior.
La religión se organiza con base en dogmas incuestionables;
la espiritualidad invita a razonarlo todo, a cuestionarlo todo;
impulsa a que sea el practicante quien tome las decisiones
y a que asuma las consecuencias de sus actos.
La religión amenaza y amedrenta;
la espiritualidad da paz interior.
La religión habla de pecado y de culpa;
la espiritualidad ayuda a aprender de los errores cometidos.
La religión reprime;
la espiritualidad libera.
La religión se inculca desde la infancia;
la espiritualidad es algo que se tiene que buscar.
La religión inventa;
la espiritualidad descubre.
La religión es estricta;
la espiritualidad carece de reglas.
La religión alienta la separatividad;
la espiritualidad promueve la unión.
La religión anda en pos de las personas;
la espiritualidad espera que sean éllas las que la encuentren.
La religión se apega a un libro sagrado;
la espiritualidad busca lo que de sagrado hay en todos los libros.
La religión se alimenta del miedo;
la espiritualidad da confianza.
La religión quiere estar en el pensamiento de la gente;
la espiritualidad aspira a la conciencia.
La religión se ocupa del hacer;
la espiritualidad, del ser.
La religión es lógica;
la espiritualidad, dialéctica.
La religión alimenta el ego;
la espiritualidad lo trasciende.
La religión quiere que se renuncie al mundo;
la espiritualidad ayuda a vivir en paz en él.
La religión promueve la adoración;
la espiritualidad, la meditación.
La religión es parte de la psicología de las masas;
la espiritualidad es individual.
La religión quiere que el ser humano sueñe con la gloria y el paraíso;
la espiritualidad ayuda a encontrarlos aquí y ahora.
La religión atrapa la mente;
la espiritualidad libera la conciencia.
La religión hace creer en la vida eterna;
la espiritualidad hace que se tome conciencia de ella.
La religión promete bienestar en el más allá;
la espiritualidad da bienestar en esta vida.

Este pensamiento que ha llegado a mis manos, nunca por casualidad, refleja el mío propio. A lo cual yo agregaría: la espiritualidad es común a todas las religiones. Algunas más, algunas menos. Pero es la parte esencial, la que no debemos dejar de buscar dentro nuestro.

Porque cada uno pueda llegar a encontrar su Ser Espiritual!

Un beso para todos,




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...