
Sin embargo, estas religiones que la humanidad se ha dado, acabaron por institucionalizarse. Y al hacerlo, se convirtieron en organismos trasnacionales que, por momentos, aparecen ante nuestros ojos como grandes estructuras de poder y, los objetivos originales que propiciaron su aparición y que estaban revestidos de profunda espiritualidad, han quedado sepultados por esa avalancha de intereses que ahora ahoga a los cultos religiosos.
Precisamente, esa ausencia de espiritualidad que se manifiesta en las grandes religiones del mundo, es la que nos mueve a pensar que religión y espiritualidad no son lo mismo. Religiones hay muchas; espiritualidad, sólo una.
la espiritualidad, los trasciende.
La religión adormece;
la espiritualidad, despierta.
La religión es para los que necesitan
que alguien les diga qué es lo que tienen que hacer;
la espiritualidad es para los que sólo prestan oído a su voz interior.
La religión se organiza con base en dogmas incuestionables;
la espiritualidad invita a razonarlo todo, a cuestionarlo todo;
impulsa a que sea el practicante quien tome las decisiones
y a que asuma las consecuencias de sus actos.
La religión amenaza y amedrenta;
la espiritualidad da paz interior.
La religión habla de pecado y de culpa;
la espiritualidad ayuda a aprender de los errores cometidos.
La religión reprime;
la espiritualidad libera.
La religión se inculca desde la infancia;
la espiritualidad es algo que se tiene que buscar.
La religión inventa;
la espiritualidad descubre.
La religión es estricta;
la espiritualidad carece de reglas.
La religión alienta la separatividad;
la espiritualidad promueve la unión.
La religión anda en pos de las personas;
la espiritualidad espera que sean éllas las que la encuentren.
La religión se apega a un libro sagrado;
la espiritualidad busca lo que de sagrado hay en todos los libros.
La religión se alimenta del miedo;
la espiritualidad da confianza.
La religión quiere estar en el pensamiento de la gente;
la espiritualidad aspira a la conciencia.
La religión se ocupa del hacer;
la espiritualidad, del ser.
La religión es lógica;
la espiritualidad, dialéctica.
La religión alimenta el ego;
la espiritualidad lo trasciende.
La religión quiere que se renuncie al mundo;
la espiritualidad ayuda a vivir en paz en él.
La religión promueve la adoración;
la espiritualidad, la meditación.
La religión es parte de la psicología de las masas;
la espiritualidad es individual.
La religión quiere que el ser humano sueñe con la gloria y el paraíso;
la espiritualidad ayuda a encontrarlos aquí y ahora.
La religión atrapa la mente;
la espiritualidad libera la conciencia.
La religión hace creer en la vida eterna;
la espiritualidad hace que se tome conciencia de ella.
La religión promete bienestar en el más allá;
la espiritualidad da bienestar en esta vida.
La religión adormece;
la espiritualidad, despierta.
La religión es para los que necesitan
que alguien les diga qué es lo que tienen que hacer;
la espiritualidad es para los que sólo prestan oído a su voz interior.
La religión se organiza con base en dogmas incuestionables;
la espiritualidad invita a razonarlo todo, a cuestionarlo todo;
impulsa a que sea el practicante quien tome las decisiones
y a que asuma las consecuencias de sus actos.
La religión amenaza y amedrenta;
la espiritualidad da paz interior.
La religión habla de pecado y de culpa;
la espiritualidad ayuda a aprender de los errores cometidos.
La religión reprime;
la espiritualidad libera.
La religión se inculca desde la infancia;
la espiritualidad es algo que se tiene que buscar.
La religión inventa;
la espiritualidad descubre.
La religión es estricta;
la espiritualidad carece de reglas.
La religión alienta la separatividad;
la espiritualidad promueve la unión.
La religión anda en pos de las personas;
la espiritualidad espera que sean éllas las que la encuentren.
La religión se apega a un libro sagrado;
la espiritualidad busca lo que de sagrado hay en todos los libros.
La religión se alimenta del miedo;
la espiritualidad da confianza.
La religión quiere estar en el pensamiento de la gente;
la espiritualidad aspira a la conciencia.
La religión se ocupa del hacer;
la espiritualidad, del ser.
La religión es lógica;
la espiritualidad, dialéctica.
La religión alimenta el ego;
la espiritualidad lo trasciende.
La religión quiere que se renuncie al mundo;
la espiritualidad ayuda a vivir en paz en él.
La religión promueve la adoración;
la espiritualidad, la meditación.
La religión es parte de la psicología de las masas;
la espiritualidad es individual.
La religión quiere que el ser humano sueñe con la gloria y el paraíso;
la espiritualidad ayuda a encontrarlos aquí y ahora.
La religión atrapa la mente;
la espiritualidad libera la conciencia.
La religión hace creer en la vida eterna;
la espiritualidad hace que se tome conciencia de ella.
La religión promete bienestar en el más allá;
la espiritualidad da bienestar en esta vida.
Este pensamiento que ha llegado a mis manos, nunca por casualidad, refleja el mío propio. A lo cual yo agregaría: la espiritualidad es común a todas las religiones. Algunas más, algunas menos. Pero es la parte esencial, la que no debemos dejar de buscar dentro nuestro.
Porque cada uno pueda llegar a encontrar su Ser Espiritual!
Un beso para todos,
Porque cada uno pueda llegar a encontrar su Ser Espiritual!
Un beso para todos,
