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lunes, 28 de marzo de 2011

ORGASMO

El neurocientífico norteamericano Barry Komisaruk ha sido testigo de más de 200 orgasmos femeninos en vivo en su laboratorio. Sin más datos, este hombre podría ser uno de los más envidiados del mundo, pero su objetivo está lejos del interés personal. El investigador analiza el cerebro de las mujeres cuando llegan al clímax para comprender los mecanismos que disparan este estado de entusiasmo, qué papel juegan las hormonas, los péptidos y las neuronas, y cómo se podrían provocar esas sensaciones de forma más intensa. "Quiero encontrar una manera de aumentar el placer en la vida de la gente", asegura.

A sus 68 años, Komisaruk trabaja en la Universidad de Medicina de Nueva Jersey y ha pasado gran parte de su vida dedicado a la estimulación vaginal, "profesionalmente hablando", bromea. Selecciona a voluntarias que se autoestimulan en una máquina de resonancia magnética (fMRI, por sus siglas en inglés) para que él y su equipo puedan estudiar las áreas del cerebro que se activan en ese momento. Asegura que cuando llega el climax, el sonido amplificado de las neuronas se asemeja al ruido que hacen las palomitas de maíz a punto de estallar en el microondas.

Durante sus investigaciones, el científico ha aprendido unas cuantas cosas del sexo femenino. Por ejemplo, que el orgasmo es un bloqueante natural del dolor -es capaz de disminuirlo un 50%-, y que aumenta la sensibilidad de la mujer al tacto, por lo que las caricias de la pareja se aprecian aún más. Pero este campo sigue rodeado de misterios, como, por ejemplo, qué función evolutiva cumple el orgasmo femenino, algo que todavía es asunto de debate mientras en el hombre resulta tan claro. Komisaruk cree que hay un propósito para el éxtasis. A su juicio, las contracciones en el útero durante el orgasmo podrían ayudar al semen a alcanzar las trompas de Falopio y conseguir un embarazo. Por otro lado, parece bastante obvio que el placer puede animar a la mujer a copular varias veces y permite una liberación de la tensión muscular del cuerpo.

El doctor Barry Komisaruk, con una ayudante, observa el cerebro de una voluntaria en su laboratorio de la Universidad de Nueva Jersey / The Star Ledger.

Pasar por una de las pruebas de Komisaruk es toda una experiencia para las mujeres voluntarias que "donan" su orgasmo a la ciencia a cambio de $ 100. Para empezar, deben entregar una muestra de orina -para comprobar que la mujer no esté embarazada, ya que el feto podría ponerse en peligro durante el test- y después se tumban boca abajo en la máquina de resonancia magnética, una posición en la que la cabeza está más sujeta y es más fácil ver lo que ocurre en el cerebro durante el escaneo. Lo demás es fácil de imaginar, aunque difícil de hacer con cinco científicos mirando lo que ocurre en los monitores, según confiensan las voluntarias.

El investigador señala que uno de los mayores misterios del orgasmo es que activa la misma parte del cerebro que el dolor. Las imágenes de las caras de las voluntarias lo reflejan muy bien. Sus expresiones de placer no distan mucho de las de alguien a quien le ha pasado un camión por encima de un pie. "¿Cuál es la diferencia entre placer y dolor? ¿Qué hace que algo siente bien?", se pregunta Komisaruk. Si tuviera la respuesta "ganaría el Nobel".
(ABC.es)

Espero les haya gustado este artículo!
Un beso,



lunes, 21 de marzo de 2011

UNA VIDA DIFERENTE

Hola a todos!!!
Este artículo lo recibi por mail y me recordó mucho a mi amiga Ali Montero porque ella también es una terapeuta del Arte del Bien Vivir para el Bien Morir.
Es un artículo algo exte
nso pero que bien vale la pena leerlo.
Un beso,



Elisabeth Kübler-Ross, Psiquiatra suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en el tema de la muerte.
La Dra. Elisabeth Kubler-Ross (1926-2004) fue una de las primeras personas en estudiar honestamente la relación que tenemos con la muerte. Ella ha sido una de las más famosas expertas en materia de la muerte y trabajó con miles de pacientes terminales. Estudió 20.000 casos de gente de todo el mundo quienes habían sido declarados clínicamente muertos y quienes después habían regresado a la vida. Algunos naturalmente y otros fueron reanimados. A continuación tenemos un resumen con sus propias palabras, tomado de su libro
On Life After Death sobre los aspectos más importantes de lo que sucede al momento de morir, a manera de incrementar nuestro conocimiento sobre esto y así, lograr obtener una mayor tranquilidad al pensar en el momento de nuestra muerte o la de nuestros seres queridos y alcanzar una diferente percepción de la vida misma.

Ya no se trata de "creer" sino de "saber”.

“La experiencia de morir es casi idéntica a la experiencia del nacimiento. Es el nacer a una forma diferente de existencia la cual puede ser probada de forma muy simple. Por miles de años te hicieron creer en las cosas del más allá. Pero para mí, ya no se trata de creer sino de saber”.
Existen tres etapas al momento de la muerte. El fallecimiento del cuerpo humano es idéntico a lo que sucede cuando una mariposa emerge de su capullo. El capullo puede compararse al cuerpo humano, pero no es idéntico a tu ser real, sino que se trata solamente de la casa donde vive por un tiempo. Morir es mudarse de una casa a otra mucho más bella.

Una mariposa que emerge…
Tan pronto como el capullo se encuentra en condiciones irreparables, la mariposa será liberada. En esta segunda etapa, el ser humano se alimenta de energía psíquica. Tan pronto como tu alma deja tu cuerpo, te das cuenta inmediatamente de que puedes percibir todo lo que sucede en el lugar donde falleciste. Sin embargo, no te encuentras registrando todos estos eventos mediante tu conciencia terrena, sino con otra clase de conciencia nueva. Puedes enterarte de lo que los demás dicen exactamente, de lo que piensan y de cómo actúan. En esta segunda etapa el que ha fallecido también se dará cuenta de que se encuentra completo nuevamente. Personas que eran ciegas, pueden ver de nuevo, y gente que no podía escuchar y hablar, puede hacerlo otra vez. Aquéllos de mis pacientes que sufrían de esclerosis múltiple, me decían llenos de alegría después de que regresaban de una experiencia cercana a la muerte "Dra. Ross, podía bailar de nuevo". Hicimos un experimento con gente ciega: aquéllos que tuvieron una experiencia "fuera de su cuerpo" y regresaron, te podían contar en detalle qué colores y qué joyería llevabas si estabas presente en el momento. En esta segunda etapa notarás que nadie muere solo. Cuando uno deja su cuerpo físico, uno no puede hablar más en términos de tiempo, espacio o distancia en el sentido común porque éstos son un fenómeno terrenal. En este sentido, uno se da cuenta de que nadie muere solo porque el difunto es capaz de visitar a quien desee. Además, existe gente esperando por ti que fallecieron antes que tú, quienes te quieren y aprecian bastante.

Nadie muere solo.
Lo que la Iglesia les enseña a los niños pequeños sobre los ángeles de la guarda está basado en un hecho. Existen pruebas de que cada ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, es guiado por una entidad espiritual. Todos tenemos dicha guía espiritual, creamos en ella o no. Algunos niños pequeños los conocen como "amigos imaginarios". Una paciente mía, ya anciana, llegó a decirme: "Él está de nuevo aquí. Cuando era niña, él estaba siempre conmigo, pero me había olvidado completamente de que existía". Ella fallece un día después, llena de dicha sabiendo que alguien que la quiere la está esperando… En general, la gente que está esperando por nosotros en el otro lado son aquéllos quienes más nos quieren. En los casos de niños muy pequeños, cuyos padres, abuelos y otros parientes cercanos todavía viven, son recibidos por sus ángeles de la guarda, o por Jesús o alguna otra figura religiosa. Nunca he conocido algún niño protestante que sea recibido por la Virgen María, pero ha sido percibida por muchos niños católicos. Esto no es debido a una cuestión de discriminación, sino que simplemente eres recibido por personas significativas para ti. Antes de que salgas de tu cuerpo físico para realizar la metamorfosis hacia la forma que tendrás por toda la eternidad, pasas por una etapa que se encuentra totalmente impregnada con imágenes terrenas. Puede ser que te encuentres flotando a través de un túnel, pasando por una gran puerta o cruzando un puente.

Todos encuentran el cielo que han imaginado.
Después de que has atravesado este túnel, puente o puerta, te encuentras al final de él rodeado por luz. Esta luz es más blanca que el blanco. Es muy brillante, y cada vez que te aproximas más a ella, te sientes más y más envuelto por el más grande, indescriptible e incondicional amor que te hayas podido imaginar.

El más grande, indescriptible e incondicional amor.

Si alguien está teniendo una experiencia cercana a la muerte, le es permitido ver esta luz sólo por un breve instante. Después de esto, debe regresar. Pero cuando mueres realmente, la conexión entre el capullo y la mariposa se rompe. Después de esto, no es posible regresar a tu cuerpo terrenal. Pero tú no querrías regresar a él de cualquier manera, porque después de ver la luz nadie quiere regresar. En esta luz, tú experimentarás por primera vez lo que el hombre pudo haber sido. Aquí te encontrarás entendimiento sin juzgar, y amor incondicional. En esta presencia, tú sabrás que toda tu vida en la tierra no fue más que una escuela a la que tuviste que asistir para poder pasar ciertas pruebas y aprender lecciones especiales. Tan pronto como has finalizado esta escuela y aprendido tus lecciones, será permitido que regreses a casa, que te gradúes! Algunas personas preguntan: "¿Por qué los niños pequeños mueren?" La respuesta es simple: ellos aprendieron en un período muy corto lo que uno tiene que aprender, lo cual pueden ser diferentes cosas.

La mayor lección de todas.
Hay una cosa que todos tienen que aprender antes de regresar y es el amor incondicional. Si tú has aprendido y practicado esto, has aprendido la mayor lección de todas. En esta presencia de luz, tienes que voltear a ver lo que fue de tu vida desde el primer día hasta el último. Con esta visualización de tu vida has alcanzado la tercera etapa. Conocerás en detalle cada pensamiento que tuviste, recordarás cada palabra, cada acto.
Esta recapitulación es sólo una pequeña parte de tu conocimiento porque en este momento también conocerás todas las consecuencias resultantes de cada uno de tus pensamientos, palabras y actos. Dios es amor incondicional. Durante esta revisión de tu vida terrena no culparás a Dios por tu destino, sino que te darás cuenta de que tú mismo fuiste tu peor enemigo, debido a que te acusarás a ti mismo de haberte negado tantas oportunidades para crecer. Ahora sabrás que hace mucho tiempo, cuando tu casa se quemó, tu hijo murió, tu esposo se lastimó, todas esas tragedias fueron solamente oportunidades para crecer: para crecer en entendimiento, en amor, en todas esas cosas que tenemos que aprender. Todos hemos sido creados para vivir una muy simple, bella y maravillosa vida. Mi más grande deseo es que comiences a ver la vida de manera diferente. Si aceptas tu vida como algo para lo que fuiste creado, ya no volverás a cuestionar cuáles vidas son prolongadas y cuáles no.


Mi deseo es transmitir a cuanta gente sea posible un poco más de amor.

Piensa en todos los regalos costosos que regalas en Navidad, realmente dudo que sea necesario… Amor incondicional sería más apropiado. Existen 20 millones de niños muriendo de hambre en el mundo. Piensa en toda la gente pobre… Reparte tus bendiciones… de esta manera, cuando las tormentas azoten tu vida, piensa en aquellas personas a las que ayudaste como un regalo para ti mismo…por toda la fortaleza que te dieron y las enseñanzas que te transmitieron”.


Bibliografía:
Küubler-Ross, Elisabeth.
On Life after Death.
Ed. Celestial Arts. U. S. A: 1991.
Págs: 2-14.

Traducción: Diana Cantú



lunes, 14 de marzo de 2011

MUACK

Los pájaros lo hacen. Las abejas también. ¡No, no es eso que está pensando! Estamos hablando del beso, ese gesto simple y universal que se remonta a épocas antiguas y que todavía nadie puede explicar.

Los antropólogos tienen sus teorías. También los neurólogos, los biólogos, los psicólogos y los endocrinólogos. Einstein se interesó, igual que Darwin. Entonces, ¿por qué nadie puede decir cómo fue que comenzó y qué nos impulsa a hacerlo?

Sheril Kirshenbaum, investigadora de la Universidad de Texas en Austin, recopiló una cantidad de estudios y observaciones de historiadores y sociólogos, expertos en el cerebro y en animales, y preparó un libro llamativamente corto y extremadamente curioso, “La ciencia del beso: lo que nos dicen nuestros labios” (The Science of Kissing: What Our Lips Are Telling Us).

¿A qué conclusión llegó? A ninguna. El ósculo, o acto de besar, es una costumbre del 90% de las culturas que hay en el mundo.

Si pudiésemos descifrar el origen del beso, dice Kirshenbaum, podríamos resolver una cantidad de misterios psicológicos y de la evolución que transformarían al beso en una herramienta increíblemente valiosa, más que en un gesto interesante.

Los científicos no pueden decidir si el beso es algo instintivo, cultural, del ADN o todas esas cosas al mismo tiempo.

Sospechan, según Kirshenbaum, que es una práctica milenaria que puede haber comenzado en el olfato. El primer saludo con un beso, según algunos antropólogos, puede haber sido a través de la nariz, una forma de reconocer a una persona y observar su estado físico a través de sus olores.

“Las diferencias de género en el fenómeno del beso son marcadas”, dijo Kirshenbaum en tono de sorpresa. “No me gustan los estereotipos de género, pero vi muchas investigaciones que coinciden. Los hombres tienden a describir el beso más bien como un medio para conseguir un fin, en la esperanza de que pase algo más, mientras que lo que le importa a la mujer es el beso en sí mismo”.

Los primeros besos humanos fueron documentados en el 1500 antes de Cristo, en los textos en sánscrito védico que sirvieron como base para la religión hindú. Uno describe la práctica de oler la boca.

Hacia el final del período védico, Satapatha Brahmana habla de amantes “que pegan sus bocas” y una tempranera ley hindú cuestiona a un hombre que “bebe la humedad de los labios” de una esclava. De allí, al menos en la India, el beso pasó al Kamasutra, la guía sexual del siglo III que incluye un capítulo entero dedicado exclusivamente al beso.

India no fue el único sitio donde el beso prendió. En el mundo de Heródoto, de acuerdo con sus “Historias” del siglo V aC, los besos persas van desde labio con labio entre las personas de una misma clase hasta labio con un pie cuando se trata de dos personas de clases opuestas.

Una historia babilónica de la creación grabada en placas de piedra en el siglo VII aC, basada en leyendas orales mucho más viejas, incluye referencias a un beso de saludo y a otro a los pies o al piso en un gesto de súplica, indicó Kirshenbaum.

Kirshenbaum calcula que más de 6.000 millones de personas unen sus labios con fines sociales o románticos cotidianamente. El alemán tiene 30 palabras para aludir al beso, incluida una, “nachkussen”, que se refiere a un beso que compensa los que no ocurrieron.

El labio humano, comprobó Kirshenbaum, está lleno de nervios sensibles a la presión y otras formas de estímulo. Son motorcitos perfectos y zonas erógenas, dado que el menor contacto estimula buena parte del cerebro.

Esta nota fue publicada ayer en el
Diario Los Andes.

Como soy una persona generosa,
hoy regalo besos al por mayor para todos!



NOTA:
Voy agregando las diferentes maneras de decir BESO o BESOS:
Besos, besitos, besotes (español), kisses (inglés), beijo, beijinhos (portugués), petons, petonets (catalán), beset (valenciano), kissu (japonés inglesado), baiser (francés), nach küssen (alemán), neshikot (hebreo), bacio, bacione (italiano), biquiños (gallego), musu (euskera), kys (danés), kusjes (holandés), halik (filipino), suukkoja (finlandés), csókok (húngaro), oscula (latín), nhung nu hon (vietnamita), kyssa, pussa (sueco), kuchisuke (nihongo)


sábado, 5 de marzo de 2011

EL BAMBÚ

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.

También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita seas!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos-, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Tiempo... Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos...

Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi... Nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué...

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés...

¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...

Quizás sólo estés echando raíces....



(Tomado de internet)

Mi crecimiento interno se demoró cuatro años en crecer. Gracias a Dios sigue creciendo!









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