AURA

CAMPO ÁURICO
La energía universal al vincularse con la vida humana se manifiesta en lo que se denomina aura que no es otra cosa que el campo magnético. Algunos consideran que el aura es el octavo chakra que rodea a todos los demás y según los investigadores se divide en varias capas o cuerpos que se interpenetran y rodean mutuamente en capas sucesivas. Normalmente se denomina al aura como un ente luminoso que rodea el cuerpo físico y penetra en él emitiendo su propia radiación característica. Cuanto más fortalecido está el campo áurico, mayor será la filtración, es decir, el impedir que nos afecten energías o influencias negativas o de baja frecuencia. Con un campo áurico débil nos volvemos vulnerables a todo lo que pasa a nuestro alrededor.
A partir de la observación del campo aural, los investigadores han dividido el aura en capas y las definen por sus posiciones, color, brillantez, densidad, fluidez, forma o función. Al principio nos resulta más fácil ver las capas más bajas que son las de mayor densidad y más fácil percepción. En realidad, ninguno de los cuerpos es una capa sino una versión más expansiva de nuestro yo que lleva dentro otras formas más limitadas. Desde un punto de vista científico podemos decir que cada capa tiene un nivel de vibración diferente.
Cada capa áurica se relaciona con un chakra y cada una tiene una función diferente. La primera está relacionada con el primer chakra, por eso es más densa o de una vibración más baja, y así sucesivamente.
1. Primera capa (cuerpo etéreo): se relaciona con el funcionamiento del cuerpo físico, con el sentir dolor o placer físico. El cuerpo etéreo tiene idéntica estructura que el cuerpo físico, incluyendo las partes anatómicas y todos los órganos. El color del cuerpo etéreo varía de azul claro a gris y se extiende desde 1,25 cm hasta 5 cm del cuerpo físico.
2. Segunda capa (cuerpo emocional): es vehículo de nuestros sentimientos y emociones. Su estructura es más fluida que la del etéreo. Se extiende desde 2,5 cm hasta 7,5 cm del cuerpo físico. Penetra en los cuerpos más densos y los envuelve. Su color varía desde matices transparentes brillantes hasta tonos oscuros y turbios.
3. Tercera capa (cuerpo mental): está relacionada con el pensamiento lineal o cuerpo mental. Está compuesta por sustancias aún más finas. Normalmente, aparece como una luz brillante que irradia sobre la cabeza y los hombros y se extiende alrededor de todo el cuerpo físico haciéndose más brillante cuando la persona está concentrada en procesos mentales. Se extiende desde 7,5 cm hasta 60 cm del cuerpo.
Estas 3 capas aurales inferiores se relacionan con el mundo físico y son las que están más al alcance de la percepción.
Percepción del campo áurico
Nuestro propio campo áurico o el de las otras personas, puede ser detectado con la vista. No debemos angustiarnos si no podemos verlo enseguida, ya que a medida de que vayamos elevando nuestra consciencia, lo podremos hacer. Al principio sólo podremos percibir las primeras capas del aura. Quizás sólo podamos percibir colores o formas. A medida de que practiquemos nos iremos sensibilizando y hacia las frecuencias más altas. La mayoría de las personas ven una neblina alrededor de los dedos y las manos cuando tratan de detectar el aura.
Ejercicios para la visualización
• Reducir la luz de la habitación y mantener las manos de manera que las puntas de los dedos se apunten mutuamente.
• Colocar las manos delante de la cara a unos 60 cm de distancia, sobre una pared de fondo blanco y liso, relajar la vista y mirar suavemente el espacio entre los dedos, que deben estar separados entre 2,5 y 1,25 cm.
• Acercar la punta de los dedos y volver a separarlos. ¿Qué ves?
• Desplazar suavemente una mano hacia arriba y hacia abajo. ¿Qué sucede?
La mayoría de las veces que se realiza este ejercicio se ve o se siente algo. Si no se logra no hay que preocuparse. Hay que seguir practicando hasta que llegará un día en el que, sin darse cuenta, se verá el aura del a persona que tiene al frente.